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  • Ángel Sánchez

¿Qué es el comercio social y cómo es su afianzamiento en el 2021?



El comportamiento humano ha cambiado en distintos ámbitos a raíz de la pandemia generada por el Covid-19. El mundo ya no es como lo conocíamos, ni el estilo de vida de las personas. Debido a que se han perdido muchos empleos físicos, así como la quiebra de micro y medianas empresas, el emprendimiento ha emigrado hacia las plataformas, las páginas web y las distintas redes sociales como Facebook, Instagram y Whatsapp. Las empresas, los empresarios, así como los emprendedores de PYMES, han visto en las redes sociales una alternativa y, en algunos casos, la única opción para poder seguir vendiendo y generar ingresos, es así como el comercio social y el e-commerce han ido en aumento.


A diferencia del e-commerce, que se trata de la distribución, la venta, la compra, el marketing y la distribución de información de productos y servicios, a través de las distintas plataformas de internet, el comercio social utiliza las distintas plataformas de redes sociales para efectuar las ventas de empresas y de comerciantes.

Facebook, Instagram y Whatsapp han sabido aprovechar la emergencia sanitaria y el cambio en el comportamiento humano, y han facilitado la accesibilidad a los usuarios, así como su experiencia al navegar en ellas; por lo mismo, estas redes han dado la facilidad para las compras a través de ellas y han agregado botones con las leyendas como “agregar al carrito” y “comprar”.



El emprendimiento a través de las redes sociales ha permitido a los usuarios nuevas experiencias a la hora de realizar sus compras. Por ejemplo, esta vertiente permite, como su nombre lo dice, una mayor socialización al momento de comprar, pues se puede consultar con amigos, familiares y conocidos, lo cual crea una especie de comunidad, lo que permite que ya no sea necesario asistir a las tiendas para realizar las compras. De igual manera, al crear una comunidad, se crea la retroalimentación que los usuarios puedan darle a las empresas acerca de sus productos.


Otro de los beneficios que el comercio social aporta a los vendedores, es que el cliente recuerda más las marcas que ofrecieron un buen servicio, a buen costo, con buenas ofertas y con una facilidad de compra mayor a otras tiendas. Según la investigación de mercado realizada por la empresa de marketing, Aimia, la mayoría de los usuarios que han hecho uso del comercio social buscan nuevos productos, siendo esta una oportunidad para las marcas.

El comercio a través de las redes sociales permite y facilita que las marcas conozcan los intereses de los usuarios, de una manera personalizada y segmentada, lo cual utilizan para ofrecer los productos que sean de interés, dependiendo cada usuario. Esto impulsa a los compradores a efectuar sus compras a través de estas plataformas, pues ya no se desgastan buscando productos que están fuera de su interés, facilitando sus compras y ahorrando tiempo.


El comercio social, al igual que el e-commerce, han llegado para quedarse como un aspecto positivo que dejó la emergencia sanitaria derivada del Covid-19, pues esta vertiente amplía las posibilidades de compra de los usuarios, permitiendo una mayor apertura comercial y por lo tanto, una mayor competencia que trae consigo mejores precios, ofertas, buen trato y calidad. La mayoría de las empresas se han sumado al comercio social, principalmente las marcas que se dedican a la venta de ropa y las marcas que venden tecnología, siendo estas las más beneficiadas en el número de compras.



Las marcas distribuidoras de ropa, como las empresas derivadas de Inditex (Zara, Pull & Bear, Bershka, etc.), Suburbia, entre otras, han sido quienes han abarcado gran parte del comercio social, haciendo uso de sus páginas y perfiles en las redes sociales para atraer al público y venderles de acuerdo con sus gustos. Una de las empresas que más ha incrementado en el último par de años y que con la pandemia incrementó sus ventas es la llamada Shein, pues, al ser exclusivamente una tienda online, les ha brindado a los usuarios ofertas, descuentos, precios bajos e, inclusive, envíos a domicilio sin costo, todo esto a través de la llamada “fast fashion”.


Por parte de la tecnología, empresas como Amazon, Best Buy, Mercado Libre, entre otras, han subido sus ventas gracias a la publicidad que han hecho en las redes sociales, principalmente en Facebook. Como parte de la estrategia de emprendimiento, muchos usuarios de Facebook han hecho uso de su vertiente llamada Marketplace donde las personas ofrecen sus productos, al precio que creen conveniente, buscando al mejor postor, lo que crea esta interacción entre usuarios y propiciando el intercambio de opiniones.

Asimismo, los bazares en Facebook han ido en aumento convirtiéndose totalmente en una comunidad que solo interactúa con los usuarios que están dentro de los grupos. Los integrantes publican sus productos y, al mismo tiempo, reciben recomendaciones y críticas acerca del trato, del precio y de los productos, con el fin de que más personas conozcan – o no- al vendedor.


Según el portal Marketing Web, los principales compradores son personas que van desde los 18 años hasta los 34 y buscan explorar nuevas opciones de compra, así como nuevos productos o productos clásicos que ya no se encuentran en tiendas de conveniencia.

La empresa multinacional española, Adglow, a través de su investigación de mercado, dio a conocer cuáles son los principales productos adquiridos a través del comercio social:

Según esta investigación, el 68% de los usuarios compra productos relacionados al entretenimiento; el 66% acerca de viajes y estancias; el 61% compra artículos tecnológicos. Estas ventas se hacen en un 60% a través de computadoras o laptops; el 31% lo realizan por medio del teléfono móvil; y el 9% compra desde su tablet.



Facebook es la principal herramienta para el comercio social, teniendo el 75% de los usuarios; Twitter tiene el 60% y Youtube e Instagram el 59% y 58% respectivamente.

Asimismo, el 86% de las tiendas físicas se han adentrado a las redes sociales para ejercer sus ventas, de las cuales el 44% crea contenido exclusivamente para estos canales.

Sin duda alguna, estas vertientes llegaron para quedarse y se apuntan a ser -y ya lo son- el canal que acapare el mayor número de ventas, haciendo que las tiendas físicas se muden totalmente a las redes sociales, ahorrándose los gastos de espacios físicos. Una prueba de esto es que el e-commerce y el comercio social han aumento en 45% durante este confinamiento y, seguramente, sus números seguirán incrementando en los próximos meses y mientras no se regularice el acceso a las tiendas físicas.


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