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  • Ángel Sánchez

El regreso a clases presenciales y el ajuste social al retorno de la normalidad


A lo largo de este año que la pandemia azotó el mundo, hemos escuchado muchas veces que la vida como la conocíamos nunca volverá a ser igual; sin embargo, y gracias a que el plan de vacunación ha ido avanzando, algunas actividades cotidianas han ido retomándose de manera escalonada. Por ejemplo, los eventos deportivos ya aceptan espectadores, así como los conciertos y otras actividades masivas; aunado a esto, el sector educativo ya está generando estrategias para llevar de una manera cautelosa el regreso a clases presenciales.


El sector educativo fue uno de los que nunca se detuvo, a pesar de la emergencia sanitaria; en cambio, los maestros y los alumnos tuvieron que adaptarse a las clases a través de los dispositivos móviles, lo que ha causado mucha incertidumbre ya que los alumnos mencionan no aprender de la misma manera que cuando están en un salón de clases.


Con el semáforo epidemiológico en color amarillo, algunos estados tomaron la decisión de abrir las puertas de las instituciones educativas para que los alumnos volvieran a tomar sus clases con normalidad. Estados como Campeche y Nayarit, dos de los que le permitieron al sector educativo retomar las clases presenciales; no obstante, debido al incremento de casos por Covid-19, ambos estados decidieron volver a adaptar la modalidad a distancia.


Como consecuencia, el secretario de educación del estado de Campeche, Ricardo Koh, mencionó que el incremento de casos no fue debido al retorno de las clases presenciales, pero que, para evitar una recaída a semáforo naranja, un mayor número de hospitalizaciones y, por obvias razones, más personas fallecidas, decidieron suspender nuevamente las clases presenciales en los 135 planteles del estado.


Por otra parte, en la Ciudad de México y en el Estado de México ya se tiene una planeación para que el sector educativo pueda volver a las aulas. Para la capital, el regreso a clases está estipulado para el 7 de junio, un día después de las elecciones, para aquellas escuelas que así lo decidan. A su vez, el Estado de México también retomará las clases presenciales a partir del mes de junio. Los alumnos deberán seguir respetando las medidas sanitarias ya conocidas desde hace más de un año.


Tras estas decisiones, un sector de la sociedad ha decidido contraponerse debido a que consideran que aún no es el momento ideal para retomar las actividades presenciales en las instituciones educativas pues, a pesar de que los profesores ya han sido vacunados, la mayoría de la población aún no ha recibido la vacuna, incluyendo a los niños y a sus padres, quienes se encuentran en una edad promedio de 30 a 40 años.


Como consecuencia del regreso a clases presenciales, la sociedad deberá adaptarse a una nueva normalidad, al tráfico que antes se veía, a una mayor cantidad de personas transitando por las callas y en el transporte público. Aunado a esto, se espera que la economía tenga una reactivación económica pues, según una investigación de mercado realizada por la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Conaco-Servytur), y en palabras de su presidente, José Manuel López Campos, hay más de 200 mil empresas que dependen del sector económico, lo que representa 82 mil millones de pesos.


Comercios como papelerías, café internet, cafeterías, puestos de comida, etc., se vieron sumamente afectados con el parón de las clases presenciales. Asimismo, las rutas de transporte público también sufrieron cuando las clases emigraron hacia los dispositivos móviles ya que, inclusive, algunas rutas se dedicaban única y exclusivamente para el transporte de estudiantes a través de servicios directos.


Con la adaptación de una nueva normalidad en el sector educativo, la sociedad deberá estar preparada para elaborar estrategias en cuanto a los tiempos de movilidad de un punto a otro, debido a que se espera que más de 30 millones de estudiantes, solo de educación básica (preescolar, primaria y secundaria), regresen a las aulas. Aunado a esto, falta sumar la cantidad de estudiantes de bachillerato y de licenciatura que también retomarán las actividades escolares de manera presencial.


De una manera precipitada o no, con el regreso a clases, la sociedad de a poco seguirá encontrando el estilo de vida que antes se tenía, pero alineado a una nueva normalidad que lleva el uso de cubrebocas, de gel antibacterial y de la sana distancia como bandera.

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