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Ángel Sánchez

La industria automotriz enfrenta problemas por escasez de semiconductores



Desde que comenzó el año, en México la industria automotriz está enfrentando severos problemas en la producción debido a la escasez mundial de semiconductores. A pesar de ocupar el lugar seis en el mundo en cuanto a producción se refiere, a solo tres meses de concluir con el año se sigue estando lejos de la cuota estimada de 3.4 millones de automóviles producidos y más de 3 millones exportados, de acuerdo con estimaciones de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA, por sus siglas). Asimismo, la previsión del aumento en las ventas internas rondó en un 11.23% a inicios de año.


La escasez de semiconductores a nivel global dio comienzo a finales del 2020 como consecuencia de un incremento en la demanda en la industria de laptops, computadoras, celulares, videojuegos, tablets, etc., misma que ha sido resultado del aumento en el uso de la tecnología por la pandemia del Covid-19. Con base en información de McKinsey, la demanda de semiconductores para computadoras tuvo un aumento del 11%, mientras que para dispositivos móviles ha sido del 10%.


Ante el incremento en la demanda, los principales productores no han podido abastecer a todo el mercado y, de acuerdo con especialistas, de seguir a estos niveles seguirá el desabastecimiento en los próximos años. Como consecuencia, el principal productor de chips a nivel global, Taiwán, ha comenzado a sufrir repercusiones, lo que sería catastrófico para la industria tecnológica si existiesen contratiempos en la producción. De acuerdo con Iris Pang, economista del International Nederlanden Groep (ING, por sus siglas en inglés), el productor del 90% de los semiconductores más sofisticados enfrenta riesgos como la escasez de agua, el notable aumento en la temperatura en el país y le elevación en el número de contagios y muertes por Covid-19.


La falta en la producción de semiconductores ha pegado fuertemente en la industria automotriz en México la cual, según cifras de la AMIA, ha tenido uno caída en la producción por más de 221 mil vehículos hasta mitad de agosto, la menor cifra en lo que va del año y un 26% por debajo de julio del 2020.


Por ende, distintas empresas han tenido que cerrar plantas temporalmente y disminuir la producción. Por ejemplo, General Motors anunció a inicios de año que suspendería la producción en plantas de Estados Unidos y Canadá; en México, las que se encuentran en San Luis Potosí, Ramos Arizpe y en Silao, donde se producen modelos como Chevrolet Equinox, Chevrolet Trax y GMC Terrain, lo que representa una disminución del 53% en la producción, según la investigación de mercado de la AMIA.


Por otra parte, Volkswagen detendrá actividades en México referentes a la producción de modelos como Taos, Jetta y Tiguan, desde el 28 de septiembre hasta el 6 de octubre si el abasto de semiconductores lo permite, lo que implicaría una reducción del 52%, según información del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz de Volkswagen (Sitiavw). La empresa ubicada en Puebla estableció un récord en el primer trimestre del año, con una producción de 13 millones de unidades.


Otra empresa que se ha visto afectada por la escasez de chips, es Toyota, que en septiembre tuvo un recorte global del 40% en su producción, suspendiendo 27 líneas solamente en Japón. A inicios de año, tenían una estimación de 900 mil vehículos producidos, sin embargo, esta tuvo que bajar a 500 mil, según información del diario japonés especializado en economía, Nikkei.


De la misma manera, Ford, el segundo fabricante de automóviles en Estados Unidos, ha tenido que cerrar plantas de embalaje por falta de chips, lo que implica una reducción del 50% en la producción, teniendo como repercusión una pérdida de aproximadamente 2 mil 500 millones de dólares, basándonos en información de la compañía.


Ante la escasez de semiconductores, se ha comenzado la construcción y la atracción de fábricas para reactivar la economía de la industria automotriz, principalmente. A mediados de agosto, México y Estados Unidos se unieron a la disputa de la instalación de la primera planta de vehículos eléctricos, Foxconn, la principal fábrica de semiconductores, que haría una inversión de 2 mil millones.


A principios de septiembre, la secretaria de economía, Tatiana Clouthier, anunció que México y Estados Unidos serán coproductores de semiconductores. Estados Unidos negoció con la empresa taiwanesa TSMC, la mayor productora de chips en el mundo, para construir una planta en Arizona con una inversión de 12 mil millones de dólares. Asimismo, también en Arizona, Intel hará una inversión de 20 mil millones de dólares en la instalación de dos plantas de semiconductores. Con base en esto, la misma secretaria informó que la construcción de las plantas podría darse en el sur del país, debido a la cantidad de agua necesaria para la producción de semiconductores.


Por otra parte, el titular de la Secretaría de Desarrollo Económico de Aguascalientes, Manuel Alejandro González, aseguró que el gobierno estatal está trabajando con una empresa estadounidense, de la cual no dio a conocer el nombre, para atraer inversión para la instalación de una nueva planta manufacturera.


Según lo dicho por la firma IDC, para finales de año el mercado de semiconductores denotará un crecimiento del 17.3%, para el 2022 se logrará tener un equilibrio y para el 2023 se tendrá un exceso en la capacidad. Se apunta a que este mercado tenga un alcance de 600 mil millones de dólares para el 2025.


La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz tenía previsto que el suministro se normalizara para finales de año, sin embargo, esta previsión se movió para el primer trimestre del 2022, teniendo como esperanza el retorno de las actividades presenciales y, por lo tanto, la disminución en la compra y la utilización de los dispositivos electrónicos.


Tesla y Elon Musk han hecho la predicción de que la escasez de los semiconductores podría terminar en el 2022, debido al incremento de la construcción de fábricas. Por ejemplo, y como lo mencioné, TSMC, además de tener planeado construir empresas en Estados Unidos, busca hacer presencia en Japón. En contraposición, el aumento en la escasez de agua es el principal problema para la fabricación de semiconductores, ya que, de acuerdo con una investigación internacional, para la producción de un microchip de dos gramos se necesitan alrededor de 32 litros de agua, 1.6 kilogramos de combustibles fósiles, 700 gramos de carbono y 72 gramos de distintas sustancias químicas.

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